Se llama “turismo oscuro” a una forma de viajar que promueve viajes a sitios relacionados con la muerte, la tragedia o la catástrofe, siempre y cuando no fuesen ocasionadas por cuestiones naturales.
Hiroshima, Chernobyl, y Auwschitz son algunos de los destinos más famosos y visitados en dicho tipo de turismo. Sin embargo próximamente podría sumarse un nuevo sitio: Wuhan, la ciudad china en donde se dice se originó la pandemia de Coronavirus, que ya ocasionó mas de 900,000 muertes en todo el mundo.
De hecho, el Museo Provincial de Hubei ya ha recopilado alrededor de 1000 artículos utilizados durante la lucha de Wuhan contra la pandemia, incluido el aviso de alta del primer paciente en el Hospital Leishenshan para un exhibición en este mes de septiembre.
Internacionalmente Wuhan era un destino poco conocido hasta este año, cuando protagonizó los titulares de diarios de todo el mundo por ser el lugar donde se identificó el primer brote de coronavirus, rastreado hasta el mercado mayorista de Mariscos de esa ciudad china, ubicada en la provincia de Hubei.
Un estudio sobre las necesidades y tendencias de viaje durante el brote de Covid-19, realizado conjuntamente por el Centro de Investigación Turística de la Academia China de Ciencias Sociales y el Centro de Investigación de la Industria Turística y Cultural de Tencent, descubrió que Wuhan ha sido nombrado el primer destino que los ciudadanos chinos quieren visitar después de que termine la crisis.
La capital de la provincia de Hubei también alberga una variedad de atracciones culturales, históricas y naturales. Uno de sus lugares emblemáticos es el puente del río Wuhan Yangtze, que ayudó a formar Wuhan a partir de la fusión de tres ciudades vecinas. La Torre de la Grulla Amarilla, el Lago Este y el Museo Provincial de Hubei son también algunas de las otras atracciones turísticas más conocidas.
¿Cómo surgió esta categorización turística?
El término “turismo oscuro” o “negro” surgió en 1996 cuando el Journal of Heritage Studies publicó el trabajo de dos profesores de gestión hotelera, John Lennon y Malcolm Foley. En su libro dichos académicos remontan la práctica al turismo relacionado con el hundimiento del Titanic: las películas del Titanic de 1958 y 1997 inspiraron el interés de los laicos por recuperar artefactos del barco y asistir a exposiciones relacionadas.
“Cementerios, monumentos, museos, lugares de batallas, sitios donde ocurrió un desastre, siempre están imbuidos de un aura de significado patriótico o histórico. Y estas narrativas nacionales se reinterpretan a través de una cierta lente de movimiento perpetuo, que invade la historia, los viajes y el turismo”, manifestaron los escritores.
Fuente: Diario La Nación