Guiar en Buenos Aires

Barrio de la Boca

Buenos Aires es atrapante, vertiginosa, cosmopolita, a veces fantasiosa. Por momentos sentimos estar en Europa y al instante sabemos que estamos en la Capital de este hermoso país, Argentina. La Ciudad está dividida en 48 barrios con sus grandes diferencias y contrastes. Hoy voy a escribir sobre uno de los más antiguos: La Boca. Barrio de historias pintorescas, de gente de trabajo y solidaria. Comenzó a ser un barrio hace 150 años, con la creación el Juzgado de Paz, que nació de prestado,  porque no tenía un local, así es que funcionó en el Corralón de Casares.

El barrio se llama “La Boca” porque se ubica en la desembocadura del Riachuelo, en el Río de la Plata, al sudeste de Buenos Aires.

Es donde explota el color y se caracteriza por ser uno de los puntos turísticos más importantes de Buenos Aires. Algunos historiadores coinciden en que La Boca es el lugar en donde Don Pedro de Mendoza fundó la Ciudad de Santa María de Buenos Aires, en 1536. Otros dicen que fue entre La Boca del Riachuelo y el Parque Lezama.

Durante muchos años La Boca fue el puerto natural y único de Buenos Aires, pero debido a problemas tales como la poca profundidad de las aguas y los bancos de arena, el puerto se trasladó un poco más al norte de la ciudad. Una imagen emblemática y reconocida es el Puente Transbordador de La Boca Nicolás Avellaneda  inaugurado en 1914. Conecta La Boca con la Isla Maciel. Este puente permitía el cruce de personas, carros y el tranvía que atravesaba el Riachuelo montado en la barcaza. Funcionó hasta 1960.

A fines del siglo XIX comenzaron a instalarse allí gran parte de los inmigrantes que arribaban a nuestro país, con preponderancia  los italianos y más específicamente los genoveses. Había tantos italianos allí, que en 1882 un grupo de genoveses firmó un acta donde declaraban la “República de La Boca” incluso izaron la bandera de Génova. El entonces Presidente Julio Argentino Roca hizo quitar tal bandera y puso fin al conflicto.

Hablaban el dialecto xeneize, dialecto de los genoveses, como si estuvieran en su tierra. Cuenta la historia, que en las escuelas las maestras tenían problemas de comunicación con los niños, ya que estos hablaban solo dicho dialecto.

La Boca es un barrio cargado de pasiones. Por sus calles se escucha el tango, esa música nostálgica, sentimiento que seguramente aquellos inmigrantes que llegaron a finales del siglo XIX  sentían recordando su tierra natal. También, allí han nacido cantores, músicos, poetas y artistas plásticos. Uno de los más grandes referentes es Benito Quinquela Martin; quien tenía una gran virtud que era pintar su ambiente, su entorno, su barrio. Hoy, los argentinos podemos disfrutar de su museo, creado en 1938 , que fuera su casa y su atelier. Posee una importante colección de obras de arte argentino figurativo de fines del siglo XIX hasta nuestros días.

Allí se encuentran representados todos los artistas de la República, sin olvidar a los precursores e iniciadores de las artes plásticas en el país, y a los artistas boquenses. Tiene amplias salas donde se exhibe el patrimonio junto a exposiciones temporarias. Una terraza de esculturas y una sala de Mascarones de Proa, con una de las colecciones más importantes de Latinoamérica.

En cuanto a la arquitectura del barrio tiene casas de madera y chapa de zinc, con balcones de hierro, pintadas de muchos colores, que según cuenta la historia, los marineros o personas que trabajaban en el puerto, se llevaban los restos o sobrantes de pintura de los barcos para pintar sus casas y protegerlas de las inclemencias del tiempo.

CAMINITO 

Sin ninguna duda, al ir a la Boca tenemos que visitar la Calle Museo CAMINITO que con sus 150 metros es uno de los 10 lugares más fotografiados del mundo, visitado por todos los turistas que llegan a nuestra ciudad. Es un museo a cielo abierto que lleva su nombre en homenaje al tango Caminito, compuesto por Juan de Dios Filiberto y Gabino Cora Peñaloza. Fue una iniciativa de Quinquela para convertir este pasaje, sin zaguanes ni veredas, en una calle alegre llena de vida y color.

Así se fueron adosando a las paredes de los edificios bajorrelieves y mosaicos de artistas tradicionales que, con sus obras, estatuas, frisos y plazas, dieron origen a este museo al aire libre que se inauguró el 18 de octubre de 1959 con incesantes estallidos de bombas.

LA BOMBONERA 

Otro lugar emblemático del barrio es el Estadio de Boca Juniors, conocido como “La Bombonera” debido a que el primer estadio tenía una forma de cajas de bombones con pisos superpuestos.
Fue fundado en 1905 en la plaza Solís por un grupo de jóvenes italianos entusiastas y habitantes del barrio. Necesitaban ponerle colores a su camiseta para distinguirla, así es que le encargaron a uno de de los trabajadores en el puerto que eligiera los colores de la bandera del primer barco que ingresara al puerto y fue un barco de origen sueco  el que ingresó. Así surgieron el azul y amarillo que caracterizan al equipo.
El estadio se inauguro en 1940 y tiene una capacidad de 60.000 espectadores.
En su fachada exterior se destacan los murales realizados por los artistas plásticos Pérez Celis y Rómulo Maccio. En el interior da la bienvenida un gran mural de Benito Quinquela Martin.

ARTE CALLEJERO

Barrio de inspiración y semillero de artistas plásticos. En los años 2016 y 2017 se han pintado mas 7000 mts2 de murales que se han realizado entre vecinos, artistas plásticos nacionales y extranjeros, entre ellos alumnos del Instituto William Morris. También vinieron muralistas de Alemania, Irlanda, México, Perú y Reino Unido y artistas como Martín Ron y Alfredo Segatori.

Todos los murales representan temas relacionados con la identidad de La Boca; algunos son abstractos, otros retratan personajes del barrio y otros abordan con humor escenas incluidas a su tradición, como el fútbol y los asados.

Sin duda es un barrio que se puede visitar una y otra vez, descubrir su pasado junto a sus leyendas y vivenciar su magia ligada al fútbol, el tango y la cultura bien propia porteña.

                                                                                                                                                                                                           Lic. Malvina Gómez. Guía de Turismo Buenos Aires