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La reserva natural Villavicencio abrió sus puertas al turismo interno

La reserva natural Villavicencio, ubicada en el norte de Mendoza, a 50 km de la ciudad capital, abrió sus puertas al turismo interno y acepta visitas con turnos y cupos a sus atractivos naturales. Contiene 72.000 hectáreas de monte, cardonal y puna que conforman este sitio Ramsar, incluido en esa convención internacional de protección de humedales.

Además es hogar de más de 320 especies de flora y unas 250 de fauna, entre las cuales se encuentran cuatro monumentos naturales provinciales: el guanaco, la mara -también llamada “liebre patagónica”, el cóndor andino y el suri cordillerano, junto a dos especies en peligro de extinción, que son el gato andino y águila coronada.

Para adaptarse al contexto sanitario actual, sus responsables según indicaron a Télam, establecieron un protocolo de turnos y cupos, sólo para turismo interno mendocino, con circuitos señalizados en una sola dirección, para evitar la cercanía entre los visitantes.

También se diseñó un circuito autoguiado, en el que el turista puede seguir las pautas de circulación mediante un folleto que se le entrega en la entrada, junto a un mapa del recorrido, lo que se complementa con la cartelería instalada en todo el trayecto.

Los interesados tienen que adquirir un ticket anticipado, de manera online (en www.rnvillavicencio.com.ar), que lo exhiben en su teléfono al ingreso de la reserva ,donde además se le toma la temperatura y se completa una declaración jurada sobre su situación como forma de protocolo sanitario.

Atracciones

El área de Villavicencio fue declarada Reserva Natural Protegida por la provincia de Mendoza en septiembre de 2000, y en 2017 fue registrado como Sitio Ramsar por la convención internacional creada en la ciudad iraní que le da el nombre, para la protección de humedales de importancia mundial.

El interés inicial y principal de los turistas que la visitan son las instalaciones del antiguo hotel, que ahora se conoce como “La casita del agua”, junto a experiencias de trekking arqueológico, cabalgatas y mountain bike por varios senderos, en todos los casos con observación de flora, fauna y vistas panorámicas.

El predio pertenece a Aguas Danone Argentina y la responsable de la reserva, Silvina Guidici, manifestó que en estos 20 años, “además de la conservación, preservación e investigación, (la empresa) centró su esfuerzo en la recuperación del patrimonio histórico y cultural”.

Dentro de la Reserva hay restos de instalaciones jesuíticas, como hornillos de fundición; el Monumento de Canota, que data de 1930 y marca el punto donde se dividió el ejército de San Martín en su campaña libertadora; hallazgos de Darwin de 1835, y un bosque de araucarias fósiles.