Bajo estrictos protocolos sanitarios, el viernes 25 de septiembre reabrió el Jardín Botánico Carlos Thays para el esparcimiento de los vecinos porteños.
La medida fue tomada como parte de la gradual flexibilización de actividades en la ciudad y por tratarse de un espacio natural de amplias dimensiones. Sin embargo previa a su apertura se dispusieron estrictos protocolos como medidas de protección social.
En ese sentido, se estableció el uso obligatorio de tapabocas, un control de temperatura antes de ingresar y la prohibición de sentarse en los bancos y consumir alimentos dentro de los predios. En relación a la cantidad de público se fijó una capacidad de 100 personas por turno con una duración de dos horas y media por grupo.
Por la pandemia las medidas de sanitización fueron primordiales, y por eso se dispuso la colocación de alcohol en gel y/o solución de alcohol al setenta por ciento en diferentes puntos de las instalaciones.
¿Qué se puede hacer?
Las actividades permitidas son las caminatas de esparcimiento por los senderos, la toma de fotografía y los fines de semana las visitas guiadas con un máximo de cuatro personas. También se preveen expediciones botánicas para niños mayores de 5 años acompañados de un adulto.
En cuanto a sus horarios y días de atención el jardín está abierto de martes a domingos de 10 a 12.30 y de 14 a 16.30 y permanece cerrado en caso de lluvias.
Atractivos principales
El jardín botánico ocupa una superficie de más de 7 hectáreas y alberga unas 6.000 especies vegetales, además de una biblioteca de botánica, tres jardines de estilo (uno francés, uno romano y uno oriental), un herbario, cinco invernaderos (el mayor de ellos, de estilo Art Nouveau, fue premiado en la Exposición Universal de París de 1900), una gran colección de esculturas y una casona de estilo inglés, en la que se realizan muestras de arte temporarias y talleres. Por otra parte, allí también funciona la Escuela de Jardinería del Gobierno de la Ciudad.
Inaugurado en 1898, fue diseñado por el paisajista francés Carlos Thays, autor del trazado de algunos de los espacios verdes más importantes de Buenos Aires. Pasear por sus senderos es una buena oportunidad para conocer más sobre la flora autóctona. De su colección de ejemplares, se destacan por su antigüedad especies nativas como tipa, cedro salteño, ibirá-puitá, chichita, quebracho colorado, carnaval y aguaribay.
Más información en https://www.buenosaires.gob.ar/jardinbotanico