El tradicional desentierro del mítico Pujllay -el diablo de la alegría-, que marca el inicio de los festejos centrales del carnaval en Jujuy, se vive en la provincia sin celebraciones masivas y con restricciones de circulación pero al límite respecto a la ocupación hotelera en la Quebrada de Humahuaca.
Así lo indicaron desde el Ministerio de Cultura y Turismo de Jujuy, al señalar que se encuentra colmada la capacidad tanto en la mencionada región, que concentra alrededor de 8 mil plazas, como así también en ciudades de los valles jujeños, al centro y sur provincial.
Las medidas restrictivas adoptadas para los festejos de carnaval, limitan la circulación de turistas entre las distintas localidades, en particular del norte provincial, hasta donde se puede llegar solo reserva hotelera o alquiler temporario.
En ese sentido, el ministro de Cultura y Turismo, Federico Posadas, informó que “se está al límite de la capacidad hotelera en la Quebrada y los Valles”, que suman más de 10 mil plazas disponibles, y también se registran muchas casas de familia en alquiler ante la gran demanda.
Las ceremonias organizadas por las cientos de comparsas que existen en la provincia y que suelen realizarse en sitios considerados sagrados, se llevan adelante con hasta un máximo de 20 personas y previa autorización de la Secretaría de Cultura local.
El mismo margen de asistentes deben tener los encuentros en casas de familias, mientras que los bares y locales de eventos están limitados a organizar solo almuerzos y cenas show, previa aprobación del Comité de Emergencias local, sin superar el 50% de su capacidad habilitada y siendo 300 personas el límite máximo permitido de concurrentes.