Cuando la muerte atrae..

Turismo oscuro, un turismo diferente

Por Daniela Urzúa, Solo Turismo(Chile)

La búsqueda de nuevas sensaciones y grandes aventuras lleva a las personas, en especial a las nuevas generaciones, a buscar tipos de actividades no muy convencionales y para algunos, extravagantes e incluso demenciales.

El uso del tiempo de ocio ha dejado de limitarse al recorrido por parques y senderos, la degustación de vinos o la observación de sus procesos, por dar algunos ejemplos. Hoy en día la oferta turística ofrece desde visitas a los museos de historia, hasta las más impresionantes maravillas del mundo.

En el turismo, hay para todos los gustos, pero… ¿Qué pasaría si los gustos fueran un poco más allá de lo ordinario? ¿Qué sucede si lo que se desea es conocer sobre la muerte y recorrer lugares en los que ha estado presente?

Londres, es una de las capitales más reconocidas del mundo, su arquitectura única, llena de historia y buen gusto son el escenario perfecto para uno de los recorridos turísticos más escalofriantes que existen, el “Recorrido de Jack El Destripador”, trayecto que ocurre por las calles de Whitechapel, donde puedes visitar los lugares en los que Jack cometió sus asesinatos, acompañado de un relato vibrante que le da vida a los más grandes temores de sus visitantes.

Otro ejemplo de este tipo de turismo, es el “Museo Estatal de Auschwitz Birkenau” en Polonia, uno de los sitios más visitados del país.

Auschwitz fue el campo de concentración y exterminio en masa más grande en toda la historia de la humanidad, hoy en día se conserva tal cual estaba al momento de finalizar la guerra, no ha sido restaurado, y según las personas que han visitado el lugar, genera escalofríos por cada paso que se da.

El recorrido se divide en dos zonas: Auschwitz 1 y Birkenau. En la primera zona se pueden visitar los “barracones”, lugar donde se albergaba a los prisioneros, y que al día de hoy están convertidos en museos. También se puede visitar el único crematorio y cámara de gas que se conserva, ya que las demás fueron destruidas por los alemanes. Birkenau, o también conocida como Auschwitz 2, es la segunda etapa del proyecto alemán que convierte este terreno en el campo de exterminio más grande de la historia, con 140 hectáreas, que albergó a más de cien mil prisioneros. En esta zona se pueden observar las vías férreas en las que llegaban los trenes de ganado con aproximadamente ochenta personas en cada vagón. A diferencia de Auschwitz 1, que se mantiene en las mismas condiciones desde el término de la guerra, la mayoría de los barracones de Birkenau fueron desmantelados por los habitantes de poblaciones aledañas. Sin embargo aún quedan algunos en el mismo estado en las que fueron abandonados.

Para algunas personas resulta difícil pensar que se pueda disfrutar de la visita a lugares como estos, donde ocurrieron asesinatos tan grandes como el holocausto. Sin embargo, estos recorridos existen porque hay gente que los demanda, volviéndose cada vez más populares. Caminar por callejones llenos de historia es lo que motiva a estas personas, pero no de cualquier historia, si no que de esa que pocos hablan, que limita muy fuertemente con el respeto por las víctimas y familiares, y la necesidad de entender la mente humana y conocer las atrocidades de las que esta es capaz.

“El turismo oscuro es una modalidad turística que tiene como objetivo visitar lugares relacionados a tragedias, aberraciones o muertes no naturales, pero dejando en claro que estos sucesos realmente ocurrieron y no son solo supuestos”, explica el ingeniero chileno Andrés Sarmiento.

“Si hablamos de su demanda, debo mencionar que nuestros estudios nos han permitido generar un análisis cualitativo de estos turistas y por eso los profesionales que busquen explotar esta modalidad lo deben hacer de manera muy responsable y no tentarse con el morbo”, concluyó el experto.

Si es moralmente correcto o no, es una respuesta que se la dejaremos a cada uno. Pero en un mundo donde la normalidad no existe, no deberían haber prejuicios sobre los gustos de alguien más, siempre y cuando estos gustos se expresen con respeto, ciertamente.