Por Gloria Pachón, miembro de Organización Mundial de Periodistas Turísticos (OMPT)
La localidad de Villa de Leiva está ubicada en el departamento de Boyacá, a tan solo tres horas en auto de Bogotá saliendo por la autopista norte vía Tunja o también por la vía Ubaté Chiquinquirá. Por ambas vías hay mucho por conocer y explorar en tema turístico.
La ciudad fue fundada cuando era tan solo un poblado en el año 1572, en ese entonces por la Real audiencia del nuevo Reino de Granada, con Andrés Día Venero de Leiva como presidente. Por eso, tiempo después, su nombre fue Villa de Leiva. En sus inicios era lugar de cultivos y una zona de encuentros para sus gentes de dinero y ahora grandes historiadores de la república de Colombia.
Villa de Leiva fue declarada como Patrimonio Cultural debido a su gran arquitectura colonial, sus calles empedradas y sus casas que conservan los colores blanco y terracota y que son estructuras construidas de no más de dos plantas con bellos floridos.
Su gente es súper amable y sus guías turísticos son personas muy preparadas para recibir y dar información.
Además, la ciudad cuenta con muy buena seguridad y vigilancia en general, también con diversidad en servicios de hoteles, hostal, cabañas y zonas de camping. La gastronomía tiene excelentes y variados platos con frutas y verduras frescas. En consecuencia, existe, también, gran diversidad de restaurantes con platos típicos de cada país.
Una de las actividades que seduce a los visitantes son sus atardeceres, enmarcados en las montañas, que le dan un toque muy especial al lugar. Recomiendo si vienen a Colombia visitar esta ciudad, se encontrará paz y atractivos naturales ideales para desconectarnos de la ajetreada vida de otras urbes.