Por Daniel Feliu. Autor de “García Lorca, el duende en Rosario” (Baltasara Editora).
Uno de los escritores más importantes del siglo XX, Federico García Lorca, convertido en mito por su gran obra y por su trágica muerte -fue fusilado en 1936, a comienzos de la Guerra Civil Española- caminó las calles de Rosario.
En pleno éxito en Buenos Aires, el poeta andaluz se hizo un tiempo para visitar la ciudad, a la que llegó el 22 de diciembre de 1933. Tenía un objetivo profesional y otro familiar: el primero, dictar su conferencia “Juego y teoría del duende”. El segundo, contactarse con su primo Máximo, emigrado años antes, que había perdido contacto con su familia.
Precedido por el éxito de su obra “Bodas de sangre”, dada a conocer en Rosario y Buenos Aires por la actriz Lola Membrives, fue recibido en la actual estación Rosario Norte por una comitiva que lo acompañaría durante una estadía tan corta como intensa.
¿Dónde se hospedó? Si bien la versión que circula afirma que fue en el Hotel Italia -actual Sede de Gobierno de la Universidad Nacional de Rosario, Maipú 1065-, otras evidencias sugieren que podría haberse alojado en el Hotel Savoy.
La noche de su llegada dio su conferencia en el desaparecido teatro Colón (Corrientes 485). Cuenta un testigo de aquella noche: “Su sonrisa se abría en la hueca boca del escenario como una flor de alegría”. Luego recitó poemas de su libro “Romancero gitano”.
Del Colón, Lorca y sus acompañantes fueron a una chopería. Luego recorrieron las calles de la ciudad. Al acercarse al puerto, en la zona donde hoy se encuentra el Monumento Nacional a la Bandera, y al ver las rejas que cercaban al Paraná, el poeta dijo: “¿Tenéis un río?” “¿Por qué lo habéis encerrado?”.
La segunda y última jornada de su estadía fue intensa. Al mediodía, un banquete en su honor organizado por el Cónsul de España y el presidente del Club Español en el Cifré (Sarmiento 722, lujoso restaurant ubicado en el subsuelo del Palacio Fuentes). Luego, un vino de honor en el Club Español (Rioja 1052). En la sala de música, Federico tocó el piano y cantó.
De allí, al salón de té de la tienda “La Favorita” (Córdoba y Sarmiento). En alguna de las dos jornadas, también fue agasajado en una recepción informal en el Consulado de España, ubicado entonces en Santa Fe 790, y visitó el Hospital Español (Sarmiento 3150).
A pedido de su familia, Federico buscó a su primo Máximo, ex novio de otra prima. El noviazgo interrumpido y la partida de Máximo a la Argentina fue una de las fuentes en las que el poeta se inspiró para escribir su obra “Doña Rosita la soltera”. Ayudó económicamente a su primo y trató de conseguirle un trabajo estable.
También se reencontró con Modesto Ruiz y su familia, que habían vivido en su mismo pueblo, Asquerosa, hoy llamado Valderrubio. En algún momento de la noche de la conferencia, aceptó la invitación de Modesto para asistir a una reunión informal al estilo andaluz: canto, baile y unas copas.
La visita llegaba a su fin. El 23 de diciembre por la tarde, Lorca y su acompañante, el periodista Pablo Suero, retornan a Buenos Aires. Pocos años después, nacería el mito.
Fotografías: Teatro Colon, Hotel Italia, Restaurant Cifre y página de Facebook Rosario en el recuerdo