Por Carla Luna, periodista de Mendoza
El Azufre, ubicada en Malargüe sobre la Cordillera Andina, es el primer centro de esquí 100% sustentable y se perfila como el Alaska de Sudamérica. Lleva cuatro años de desarrollo con mucho esfuerzo en un punto estratégico donde la nieve lo domina todo. Sin embargo, esta temporada de invierno estaría recibiendo sus primeros turistas.
El Azufre calienta motores para recibir el invierno 2021, con una operación boutique de heliski y catski para quienes quieran disfrutar de la mejor nieve en polvo conectados con la naturaleza en su estado más puro. Se lo denomina boutique porque se realizará en escala pequeña de lo que será con esquiadores simultáneos.
“Estamos contentos de haber llegado a este punto. Nosotros literalmente empezamos algo en el medio de la nada. Fuimos los primeros pobladores en permanecer un invierno en este lugar con todas las dificultades técnicas, económicas, macroeconómicas, y de salubridad de pandemia”, comentó Alejandro Spinello, socio fundador de El Azufre SA, quien aseguró que en julio se realizará la apertura oficial del desarrollo.
Durante el verano se trabajó en infraestructura visible y no visible. “Pusimos una planta importante de generación de energía fotovoltaica, una planta de energía solar para calefacción, calderas y agua caliente”, añadió el fundador del espacio. Además, el lugar sumó espacios para mecánicos tanto para helicópteros, alojamiento para el personal, alojamiento y el lodge.
Los domos originales quedan como un área fundacional donde hay personal de bienvenida de entrada al valle. “Los hemos reconstruido a material porque los domos originales que existieron para la etapa exploratoria se degradan por las condiciones climáticas”, aseguró.
El esquiador que venga al Azufre este año estará con todas las comodidades en el logde, además de modalidad catski por tierra y heliski por helicóptero. “El huésped podrá elegir entre pistas pisadas y fuera de pista. El centro de esquí no solo está preparado para expertos, sino que también hay opciones para aquellos que buscan una pista azul o para que los niños puedan quedarse con un instructor”, concluyó Spinello.