Por Luciano Redigonda , cineasta rosarino
Hay una ciudad de siete colinas donde se respira cine. Y no es Roma con los míticos estudios Cinecittà. Mucho más cerca, en Entre Ríos, Victoria ha sido la locación elegida por largometrajes elogiados por la crítica y de amplio recorrido en festivales internacionales.
Uno de los films precursores en elegirla como escenario es El dedo en la llaga (1996) de Alberto Lecci, donde Victoria se convierte en la imaginaria localidad de Zapallares. Allí llegan dos actores españoles que revolucionan la vida social y, entre otros detalles de puesta en escena, el histórico Cine Teatro Victoria es rebautizado Cine Teatro Zapallares. En esta misma década, Nicolás Sarquís realiza Sobre la tierra (1998), protagonizada por Graciela Borges y rodada en la Estancia San Lorenzo, a solo ocho kilómetros de la ciudad.
En 2003, Celina Murga, una de las directoras referentes del Nuevo Cine Argentino, juega de local al situar Ana y los otros, su ópera prima, en su Paraná natal para luego trasladar el relato a las calles de Victoria, donde la protagonista va tras los inciertos pasos de un ex novio. Ana y los otros recibió, entre otros galardones, el Premio Especial del Jurado del BAFICI 2003.
Si hubo un hecho que marcó un antes y un después en la vida de la ciudad, sin dudas, fue la inauguración de Puente Rosario-Victoria el 22 de mayo de 2003. A cada lado (2005), del realizador rosarino Hugo Grosso, da cuenta de los cambios atravesados por las dos ciudades a través de una historia coral que combina ficción con imperdibles imágenes documentales de la construcción del puente. Protagonizada por Luis Machín, Juan Pablo Geretto y Mónica Galán, A cada lado contó, entre otros honores, con la Selección Oficial del 31º Festival Internacional de Cine de El Cairo y su exhibición en el MOMA de New York.
La participación en festivales internacionales es una constante de las producciones situadas en Victoria. Es el caso de El otro (2007) de Ariel Rotter, que ganó el Gran Premio del Jurado del 57° Festival Internacional de Cine de Berlín, galardón al que se sumó el premio a Mejor Actor para Julio Chávez. En la cinta, Chávez interpreta a un viajante que decide asumir la identidad de un hombre fallecido y fantasea con comenzar una nueva vida en Victoria. Como si la ciudad acompañara la transformación del personaje, revela otra cara a través de hipnóticas secuencias nocturnas.
No fue la única película rodada en Victoria que participó del Festival de Berlín. Este logro lo compartió El gurí (1915) de Sergio Mazza, centrada en la vida de Gonzalo, un niño de diez años que protagoniza una serie de desventuras a partir de la inminente muerte de su madre. El gurí contó con el barrio Quinto Cuartel como una de sus principales locaciones, sumando un potente retrato de la naturaleza de la zona, una inquietud que comparte Un Amor (2011), de Paula Hernández, con los protagónicos de Diego Peretti, Elena Roger y Luis Ziembrowski.