Por María Luis Braña, especialista en turismo responsable
Los circuitos en bicicleta son una forma eficiente, limpia y saludable de movilizarnos sin contaminar el ambiente, ni producir gases de efecto invernadero y conectando profundamente con el entorno natural y cultural de los destinos turísticos.
El transporte genera la cuarta parte de los gases de efecto invernadero que afectan al cambio climático, provocan muchas de las enfermedades que padecen los habitantes y alejan a los turistas de esos destinos contaminados.
La movilidad sostenible llega para revertir ese impacto, permitiendo el traslado de las personas de forma accesible, efectiva y reduciendo la contaminación. La bicicleta, el transporte público eficiente y las áreas públicas para caminatas, reducen la huella de carbono, mejoran la calidad de vida de los habitantes y fortalecen el vínculo entre turistas y anfitriones.
Recorrer en bicicleta los destinos acerca al turista a los mercados de productos locales, vincula al visitante con las tradiciones de los anfitriones y fomenta el contacto con la naturaleza. La movilidad sostenible es un cambio en los estilos de vida y una opción que une, fortalece el vínculo con el anfitrión y restaura los destinos.