Por Octavio Chihan, fotógrafo de Salta
El pequeño pueblo de Santa Ana se ubica a 120 kilómetros de Humahuaca. Para llegar se debe recorrer el vertiginoso camino de la Ruta Provincial Nº 73, atravesar el Abra del Zenta con una altura de 4.376 m.s.n.m, y luego descender casi mil metros en la provincia de Jujuy. Para los que tienen la suerte de conocer El Hornocal, este camino asciende por uno de sus lados y el camino es fácilmente visible desde su mirador.
Toma aérea de Santa Ana, de fondo se ve el camino serpenteante por el que se llega al pueblo.
Tramo de la RP73, camino entre las nubes.
Su gente llena de tradiciones y encantos, así como la colorida vestimenta que exhiben las mujeres artesanas, transforman este pueblito de tan sólo 600 habitantes en un destino auténtico para visitar.
David y Gabriela, dueños del hospedaje “Portal de las Yungas”, uno de los pocos del lugar
En este lugar se encuentra uno de los tesoros arqueológicos más importantes de la provincia de Jujuy, con el tramo del camino QHAPAQ ÑAN, que en lengua quechua significa “camino principal”, en referencia a la red per-hispánica de caminos y estructuras relacionadas de comunicación, intercambio y defensa consolidado por los Incas. Este sitio fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
Si bien el turismo en la región empezó a crecer en este último tiempo, el pueblo no cuenta con un surtidor de combustible y tampoco cobertura de telefonía móvil, aunque si tiene wifi público en la plaza principal, por lo que se recomienda tomar los recaudos necesarios.