Por Lic Fernando Westergaard, “Turismo & Gestión”
Con 13 sitios señalizados a modo de postas en el centro y en los alrededores de Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz, residentes, turistas y visitantes se sorprenden y emocionan al internarse en los vestigios de los trágicos acontecimientos de “La Patagonia Rebelde”, que un siglo atrás tuvo en esta ciudad episodios y personajes centrales de una historia que no se puede olvidar.
Este diciembre de 2021 se cumple precisamente el primer Centenario de las Huelgas rurales del Sur Argentino que fueron retratadas en la novela “Los vengadores de la Patagonia Trágica” de Osvaldo Bayer, llevada al cine bajo el nombre “La Patagonia rebelde” por Héctor Olivera. Se trata de protestas de peones rurales por las indignas condiciones laborales, a las cuales respondió el Ejército Argentino al mando del teniente coronel Héctor Benigno Varela, con un número impreciso de 300 a 1500 fusilamientos.
“De cara a la Livertá” es un proyecto que nació en 2008 como idea, a partir de conversaciones entre vecinas y vecinos que tenían datos aislados que situaban a Puerto Deseado dentro de los hechos narrados, muchos de los cuales eran socialmente desconocidos. En la Provincia de Santa Cruz, existe la llamada “Ruta de la Huelga”, que inicialmente no incluía a Puerto Deseado en su repaso histórico.
La inquietud inicial se fue materializando con el cruce de informaciones, y la búsqueda de documentación y testimonios, hasta que en 2011 se hizo pública bajo el nombre “De cara a la Livertá”. En la actualidad, el circuito consta de 13 postas señalizadas con cartelería en castellano, inglés y braille. El nombre del proyecto hace referencia a una inscripción tallada en una cruz, que señalaba una fosa común en la zona de Gregores, y que fue hallada por el mismo Osvaldo Bayer: “A los caídos por la Livertá”.
Lugares que hablan
El recorrido por los 13 sitios puede realizarse a pie o en automóvil. La mitad de las postas se halla en el casco céntrico de la ciudad y el resto en los alrededores: La “Sociedad Española de Socorros Mutuos”, hoy “Cine Teatro Español”; el Vagón, que es el Coche Reservado 502; el lugar donde funcionó la primera imprenta del Semanario “El Orden”; el Cine y Confitería “Colón”; la comisaría antigua de Puerto Deseado; Puerto Jenkins; el Muelle de Ramón, donde se pretendió detener al dirigente Antonio Soto, figura central de las Huelgas; el Cementerio, donde está enterrado el fusilado Servando Romero; el Palacio Ferroviario; la Cancha de Pelota Paleta, hoy club “Deseado Juniors”; la Fonda “La Leonesa”; el “Hotel Argentino”; y la “Compañía Argentina del Sud”.
Si bien la cartelería y señalización permite realizar el recorrido de manera autónoma, la tarea de los guías genera un complemento indispensable para dimensionar la trascendencia del rescate histórico. La foto antigua y la descripción del cartel, en contraste con la fachada y la vida actual de los antiguos edificios, son atravesados por el tamiz narrativo que otorgan los guías, para introducirse en un imaginario viaje en el tiempo, atravesando aquellos convulsionados años en los que la población de Puerto Deseado (15 mil habitantes actualmente), apenas llegaba a los mil quinientos.
Allí donde actualmente se disfruta una obra teatral o una muestra de danza, cien años atrás se reunían los sectores más determinantes de la vida social de la localidad. El activo club Deseado Juniors, reconocido como la cancha de pelota paleta, aún tiene en un sector de su fachada pintadas y espaciadas las letras “F N A” que supieron anunciar en otros tiempos que allí funcionaba una fonda.
Con el puerto y el ferrocarril, Puerto Deseado representaba en los años ’20 del siglo pasado un punto neurálgico para la circulación de bienes y personas. El antiguo diario “El Orden” nació al calor de las huelgas y en sus páginas retrató testimonios de época, que hoy permiten reconstruir la historia. En contraste, otro diario, “El Sur”, defendía los intereses de la Sociedad Rural y “La Guardia Blanca”, desprendimiento de la llamada “Liga Patriótica”.
El valor de la memoria
El nombre propio que se destaca en el recorrido histórico que ofrece “De cara a la Livertá” es el de José Font, “Facón Grande”, quien llegó a la zona para trabajar en las salinas de Cabo Blanco, cercanas a Puerto Deseado, y dormía y comía en “La Leonesa”, uno de los más recientes sitios incorporados al circuito.
El monumento que recuerda a “Facón Grande” está ubicado a una cuadra de la céntrica calle San Martín e impacta a quienes se acercan a conocerle. Fue inaugurado para el centenario, semanas atrás, y replica el fusilamiento del huelguista en tamaño real. “Así no se mata a un criollo” lleva por nombre la obra del escultor Mario César Alberto Jara, haciendo referencia a la frase mencionada por el personaje que lo retrata en la película “La Patagonia Rebelde”