Nuevamente y tras algunos años de ausencia, Abel Pintos, uno de los cantantes más convocantes del país, regresó en la noche del domingo 17 al principal escenario de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho y renovó ese inquebrantable cariño que mantiene con el público de Catamarca.
Su presencia generó una marcada ansiedad en sus fans, que colmaron las instalaciones del Predio Ferial para renovar ese compromiso. Se vivió una atmósfera especial, donde el cantautor desplegó un impactante show visual y musical basado en un repertorio estructurado por canciones nuevas y clásicas que lo identifican en cualquier espacio. Todos siguieron con atención y cantaron en un espectáculo hecho a su medida, en el que efectuó un repaso por su vasta producción, interpretando temas como Ya Estuve Aquí, Todo está en vos y Oncemil. Cada tema culminaba en extensos aplausos y una ovación.
Recorrió de extremo a extremo el escenario y durante algo más de una hora y media los catamarqueños transitaron por diversas emociones y climas, sustentados en la luz propia que emana un artista que conoce bien aquello de cantar lo que siente, aparte de su aptitud vocal y su carisma. “Crecí con ustedes, en esta fiesta popular que marcó mi vida”, expresó visiblemente emocionado al tiempo que valoró en reencuentro con el público y hasta recordó sus primeras actuaciones en el Poncho. Tras entregar su cálido canto y renovar su empatía con los catamarqueños apeló a sus clásicas composiciones Como Te Extraño y De Solo Vivir para decir hasta pronto.
A su turno, la riojana Natalia Barrionuevo se mantuvo fiel a su estilo folclórico y puso en escena un show que incluyó sus clásicas versiones, además de aquellas canciones que identifican al tradicional canto puneño. Su última presentación en esta fiesta se registró en 2017 y palpitó la presente edición semanas atrás cuando se sumó al espectáculo folclórico que brindó la Caravana Catucha. El Deleite y Camión de Germán fueron algunas de las canciones que brindó esta artista riojana que supo fortalecer un sentimiento de amistad con el público de Catamarca, a través de una puesta en escena denominada “Le Canto a Juárez” que tuvo como sorpresa la presentación, en calidad de invitado, del compositor Pica Juárez.
Por su parte, entre las propuestas locales sobresalió como ya es su costumbre la puesta en escena del maestro Luis Castellano, que se mantuvo fiel a su estilo y desplegó una exquisita muestra de música ciudadana.
El colorido y la fiesta que propone la tradicional Comparsa Calchaquí fue el punto de partida para una noche bien festivalera, que supo mantener el clima musical bien en alto. Los tradicionales hombres pájaros dejaron su huella y permitieron al público poder conocer parte de la cultura del interior profundo. En esta línea de trabajo, también se destacaron las puestas en escena elegidas por las delegaciones de Santa María y de Santa Rosa, que apelaron a la danza y al canto para mostrar toda la belleza de sus terruños.
Acostumbrado a presentaciones de gran nivel, el Ballet El Gaucho no defraudó y volvió a adueñarse de los aplausos y la ovación. Una exquisita muestra de malambo hizo que el público se pusiera de pie para entregarles su cariño a través de un merecido reconocimiento. A su turno, los presentes pudieron disfrutar del ya clásico humor que promueve Oscar El Bomba Contrera, que hizo reír a todos con las típicas ocurrencias y hasta con sus cálidas humoradas sobre sus mismos comprovincianos.
La presencia femenina estuvo a cargo de la folclorista Adriana Figueroa, que presentó un repertorio de música autóctona y la notable actuación de Luz Segura, una de las jóvenes promesas del folclore catamarcano. Incluso su enorme calidad artística le permitió sobresalir recientemente del certamen nacional Talentos Federales, donde la artista oriunda de Valle Viejo representó a la provincia y resultó muy valorable que haya apelado a un repertorio típico de compositores locales. Sobre el escenario mayor, desplegó seguridad, talento, pasión y un espectacular timbre de voz.
Promediando la noche, el clima festivalero se mantuvo con reconocidas propuestas musicales que estuvieron de la mano del talentoso cantor Federico Miranda, quien dejó en evidencia porque es uno de los artistas más comprometidos con el cancionero catucho, más aun interpretando Soledad de Catamarca, Según me brotan las coplas y Chaya del Poncho. Idéntica postura asumió el compositor Diego Pérez, que supo desgranar una serie de canciones como La Bailarina y La Alegre que ya se identifican claramente en cada escenario de la provincia que lo tiene como protagonista.
Asimismo, la histórica formación de Sonckoy Suma regresó al escenario mayor del Poncho, dejando el canto oriundo del oeste catamarqueño (Serán de vos y Duendecitos) que motivó extensos aplausos de los presentes que colmaron las instalaciones del Predio Ferial Catamarca en una tercera noche que tuvo ribetes históricos.