Por Andrea Isabel Marín * y Julio Isidro Pérez (*Licenciada en Turismo)
Viajar mil kilómetros desde el continente americano –en un vuelo de casi dos horas- para llegar desde Guayaquil, en Ecuador, hasta las islas Galápagos, también pertenecientes a ese país, nos permitió descubrir una de las maravillas naturales del universo que tiene una diversidad faunística que se la considera única a nivel internacional. Ese viaje termina en el aeropuerto situado en una de las islas más pequeñas de aquella región –Baltra- cuya terminal aérea se construyó por una empresa argentina que lo administra y que siguió aspectos fundamentales de las normas de preservación faunística adoptadas en ese lugar.
Estas islas fueron declaradas, en 1959, Parque Nacional y, en 1978 la UNESCO lo declaro Patrimonio de la Humanidad. Se trata de la segunda isla más grande del archipiélago, donde viven casi veinte mil personas. En ese lugar existen cultivos de café, bananas, y caña de azúcar. Siendo el turismo ecológico y científico un importante recurso económico. Allí se encuentran tortugas gigantes, inclusive de también de mar, como asimismo lobos marinos, delfines, iguanas, pelicanos, entre otros.
Las tortugas gigantes alcanzan en el orden de los dos metros de longitud; un peso estimado en cuatrocientos kilogramo y llegan a vivir hasta más de ciento cincuenta años. Es importante conocer, en la isla Santa Cruz, la Estación Científica Charles Darwin, recordando al naturalista ingles que estuvo en esa región.
El director ejecutivo de la Cámara de Turismo de Galápagos, Andrés Ordoñez, hizo un pormenorizado análisis del accionar turístico.
Participamos de un encuentro con periodistas de varios países organizado por el Capitulo Ecuador de la Red Internacional de Periodistas y escritores de Turismo.
El presidente de ese conjunto, Raúl Suconota, destaco que ese encuentro “es un evento técnico y profesional que busca apoyar la reactivación del turismo regional, potenciando nuevos destinos a partir de la oferta turística, para generar así un intercambio de información que permitirá expandir las oportunidades de la industria de turismo en nuestros países”. Entre las visitas realizadas en el centro de conservación conocido como el Rancho “El Chato” se pudieron observar en su hábitat a las tortugas gigantes.
El presidente del comité Área Norte de SKAL INTERNACIONAL, Fabricio García, se refirió a disfrutar el placer de viajar sin prisa. Por su parte el director ejecutivo de la Cámara de Turismo de Galápagos, Andrés Ordoñez, hizo un pormenorizado análisis del accionar turístico. Destaco la misión de esa entidad, comprometida con el fortalecimiento del sector turístico como la principal actividad productiva de Galápagos, a través de la promoción, asistencia técnica y capacitación de sus miembros y la comunidad, guiados por un principio de turismo sustentable.
El ingeniero Jorge Mortola Valero, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Plásticos, explico la iniciativa mundial sobre el turismo y los plásticos. Para el alcalde del cantón –denominación que se le da a lo que se conoce como municipio- Ángel Yanez Vinueza, Galápagos es una zona única en el mundo. A su vez el periodista peruano Mario González Olivera, realizo un diagnóstico sobre ecología y ecoturismo.
La periodista cubana Nelia Moreno Ramos explico las rutas culturales en su país y su potencial turístico y socio económico.
En tanto nosotros hizo un pormenorizado detalle del turismo en la Argentina, refiriéndonos a su desarrollo en la Patagonia. Y en forma pormenorizada en lo que se refiere en las provincias de Rio Negro y Neuquén. No caben dudas que Galápagos es un sitio que merece ser conocido. Allí se practica el ecoturismo. Este archipiélago volcánico, es reconocido como uno de los destinos más famosos del mundo para observar su fauna. Lo interesante del mismo –formado por trece islas de más de diez kilómetros cuadrados; nueve medianas, ya que tienen entre uno y diez kilómetros cuadrados y ciento diez islotes pequeños- es que parte del mismo se encuentra en el hemisferio norte y otra en el hemisferio sur. Algo similar sucede en el archipiélago malayo. En Galápagos se le da prioridad a la preservación y el respeto a su fauna.