Por Melisa Villa, Lic. En Periodismo y Comunicación. Rosario.
Desconectar del ruido de las grandes urbes para conectar con el sonido de la naturaleza, es hacia donde vamos en este viaje al Valle del Elqui en Chile. A poco más de media hora desde La Serena, este Valle recibe a sus visitantes que se adentran en los caminos chilenos.
Magia y encanto son dos palabras que definen a este maravilloso lugar, que supo mezclar la agricultura y el turismo, bajo uno de los cielos más limpios y deslumbrantes de América del sur. Sitios históricos que albergan entre sus paredes la historia de los antepasados, se pueden visitar en este recorrido. También se hace presente la cultura como el Museo Gabriela Mistral, en honor a la poetisa chilena que fue premiada con el Premio Nobel de Literatura y reconocida mundialmente.
En estos pequeños poblados se puede disfrutar de las artesanías locales, la alfarería Diaguita y de la gastronomía, donde se destacan las cocinas solares y sus delicias naturales. Temperatura, tierra, agua y sol son la combinación perfecta que hacen de este Valle un escenario ideal para desarrollar la actividad agrícola y lo trasforman en la cuna del pisco chileno, bebida espirituosa extraída de las uvas.
La Ruta del Pisco y travesías acuáticas
En el Valle del Elqui se puede conocer la Ruta del Pisco, parajes en donde se despliegan los viñedos, que dan color, sabor y belleza al lugar. La visita obligada es al Museo del Pisco, así como a distintas pisqueras, como Aba y Los Nichos. Esto le permite al viajero conocer los orígenes de la bebida, el proceso de producción, las tradiciones y por último la degustación de las cepas.
Continuando el camino, las verdes laderas parecen alfombras que envuelven las montañas, surcadas por el Río Elqui, que riega estas tierras. Para los amantes de la aventura y la naturaleza, en esta zona pueden disfrutar de una travesía única: hacer kayak al amanecer en el Embalse Puclaro.
La aventura comienza desde antes que amanezca, así al momento en que los primeros rayos de sol se hacen presentes, los aventureros ya se encuentran recorriendo las tranquilas aguas del embalse. Una vista majestuosa, que enmudece a quien contempla este espectáculo sin igual, es la cordillera de los Andes en todo su esplendor, reflejadas en el agua que se transforma en un espejo gigantesco. Las mejores fotografías se pueden tomar en este lugar.
Su cielo limpio no sólo se destaca durante los días que casi todo el año se encuentran despejados, sino que por las noches se transforman en un observatorio a cielo abierto. La magnificencia de los astros, sus colores, las constelaciones y mucho más de lo que uno puede imaginar.
El Valle del Elqui es la propuesta ideal para los amantes de la naturaleza, para aquellos que se dejan sorprender por sus encantos, para quienes necesitan respirar aire puro, conectar con el canto de los pájaros, el sonido del viento, los aromas y sabores de esta tierra de viñas, historia, magia y encanto.