La provincia de Corrientes es sinónimo de turismo en la naturaleza, experiencias desarrolladas para vivenciar el ecoturismo en su máxima expresión. Humedales muy ricos en biodiversidad de flora y fauna, acompañados por las delicias gastronómicas tradicionales le brindan cualidades que atrapan a turistas de cada rincón del país y del mundo. Para esta Semana Santa la propuesta es vivir el contacto pleno con la vida silvestre y vivenciar la fauna y flora típica de esta provincia del litoral.
Humedal, trascendental pulso de la vida
En el corazón de la provincia, las áreas protegidas permiten sumergirse en el equilibro que la madre naturaleza recrea constantemente, en el cual conviven los ciclos de diversas especies de animales entre la flora que les brinda un hogar cálido. El Parque Nacional Iberá y el Parque Nacional Mburucuyá son la máxima expresión de libertad de la fauna y flora del litoral.
Este gran Parque Iberá, atesora especies como el ciervo de los pantanos, el carpincho, el lobito de río, el gato montés, el oso hormiguero, el yaguareté, el guacamayo rojo y el reptil más esperado de observar, el Yacaré.
Más de 400 especies de aves esperan ser fotografiadas, para que aficionados a las lentes, encuadren el mejor recuerdo que transmita la libertad de volar.
Los avistamientos se pueden realizar en canoas, lanchas, travesías en kayak, cabalgatas, senderismo, 4×4, o combinando diferentes opciones, hasta adentrarse en las aguas al lomo del caballo, una sensación entre la adrenalina y el regocijo.
Existe una red de diez portales para acceder al mágico mundo silvestre, que permite organizar circuitos de 1, 2, 3 y 4 días, realizando diversas actividades del turismo en la naturaleza.
Sumergirse en lo más profundo de la vida silvestre es adentrarse en el mundo Iberá. Diversas alternativas y exploraciones en el mágico ambiente natural y combinaciones de turismo religioso. Corrientes ofrece una de las más bellas opciones del turismo de naturaleza, posible de percibir con todos los sentidos humanos.
Enérgicos en las profundidades de los ríos
Las aguas de los ríos Paraná, Uruguay y Corriente, riachos, lagunas y los propios Esteros del Iberá, conforman el segundo reservorio de agua dulce del mundo, donde se encuentran las especies ictícolas de mayor porte como lo son el Dorado, el Surubí, el Pacú y la Boga, que convierten a Corrientes en un verdadero paraíso para amantes de la pesca con devolución.
Una capital más natural que urbana
Abrazada por el río Paraná, la ciudad de Corrientes, presenta toda su belleza a través de su paseo costero. Éste es el elegido para realizar caminatas mientras las aguas reflejan las embarcaciones del puerto como una colorida pintura en acuarelas. Durante su recorrido, monumentos históricos, museos, y el paseo de artesanos, se abren paso entre los turistas deseosos de reconocer las defensas militares de la ciudad en la Guerra de la Triple Alianza, como adquirir tejidos, cerámicas platería y otras obras artesanales de producción local.
La Fe, un atractivo obligado de Semana Santa
La ciudad de Corrientes ofrece un testimonio en sus espacios sagrados. Al recorrer las siete iglesias históricas de la ciudad se repasa en cada paso, un camino por la historia de la Iglesia en Corrientes, que comienza con la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Rosario, antigua Iglesia Matriz de la ciudad que se comenzó a construir en 1854 y fue consagrada en 1871, luego se llega al antiquísimo convento de San Francisco y su iglesia, que son testimonio de cuatro siglos de presencia franciscana en Corrientes.
La tercera estación es el Santuario de Nuestra Señora de La Merced, una joya arquitectónica puesta en valor como patrimonio de la ciudad. Un cuarto lugar que integra el circuito es el Santuario de la Santísima Cruz de los Milagros, que se comenzó a construir en 1888 y fue consagrada en 1897. Por otra parte, la quinta parada religiosa se realiza en la Iglesia Santa Rita de Casia, que es de estilo neogótico construida en 1886, llegando a la sexta parte del recorrido en la Iglesia de Jesús Nazareno, que es hoy residencia de la Orden de los Jesuitas en Corrientes para culminar con la Iglesia María Auxiliadora, construida sobre un proyecto del ingeniero Pedro Azzano y levantada por la Congregación Salesiana en 1950.