Viajar cuidando

Buenos Aires y tres destinos para viajar de forma sustentable

Comer una naranja tomada directamente del árbol, ver el nacimiento de un ternero o comer barritas de nueces pecán recién recolectadas, son algunas de las propuestas inolvidables de los hospedajes sustentables para quienes  buscan descanso en paisajes naturales imponentes.

Desconexión total en Chascomús

A 77 kilómetros de La Plata y a 120 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.A.B.A) se encuentra La Grulla, un complejo turístico de cinco hectáreas que promueve el vínculo amigable con el medio ambiente.Las cabañas dispuestas en la orientación clave que permite aprovechar al máximo la luz natural, poseen termotanques solares, biodigestores y paredes con aislación isotérmica para hacer un uso responsable de la energía.

En el restaurante del complejo funciona una instancia de reciclaje de botellas, los desechos orgánicos se depositan en la tierra y el descarte de aceite vegetal se reutiliza convertido en biodiesel. La parquización deslumbra con árboles centenarios de diferentes especies, entre ellos frutales; un jardín japonés con cascada y peces de colores; la granja educativa con animales y aves de varios tipos. El espacio incluye una sala de juegos, una pileta con solarium y estaciones de descanso para vivir una excelente tarde al aire libre.

El restó ofrece exquisitos platos de cocina internacional y tradicional; y en el patio cervecero se pueden degustar fiambres ahumados alemanes con una espumante cerveza tirada.

La energía de lo natural en General Belgrano

Desde hace una década, los docentes Pablo Bagatto y Roxana de Menditte, están al frente de la posada de campo PuilQuen, cuya consigna principal es volver a lo simple: a la naturaleza.

A cinco minutos de las Termas del Salado y con una extensión de doce hectáreas, los alojamientos de PuilQuen están amoblados con palets, un colector solar casero y una caja verde funciona como una heladera sin electricidad. El manual verde guía a los huéspedes sobre cómo utilizar de manera responsable la energía. Allí se pueden realizar visitas guiadas a la huerta orgánica y cosechar verduras con sus propias manos.  El lugar cuenta con la primera ecoludoteca de la Provincia edificada con chapas de tetrapack, ladrillos reconvertidos (easy brick) y madera surgida del polietileno.

La granja es el sitio preferido del público infantil: observan diferentes tipos de animales y aprenden sobre biodiversidad y energías renovables. “Han visto nacer terneritos y empollar gallinas”, recordó Bagatto. El momento de las guitarreadas alrededor de un fogón en la noche oscura y profunda del campo bonaerense tienen una magia inexplicable.

San Pedro: cabalgatas, dulces caseros y contacto completo con la naturaleza

En la localidad de Gobernador Castro, partido de San Pedro, se encuentra el Establecimiento Esperanza, un campo que se extiende por dieciséis hectáreas de tranquilidad rural destinado al agroturismo. La salamandra con gajos de leña secos calefacciona los ambientes, las construcciones se cubren con pintura blanca, las botellas de vidrio se reutilizan, se separan los residuos y el agua se templa con termotanques solares.

Cabañas, dormis o ecosuites edificados con troncos macizos, vidrios dobles y equipamiento ecológico son las opciones perfectas para una estadía relajada. En la cocina se elaboran platos regionales a partir de las frutas y verduras que crecen allí porque el objetivo es “bajar el impacto de la huella de carbono”, y en el patio funcionan canchas de fútbol, vóley y tenis; piscinas, vestuarios y solarium. También posee sala de juegos, confitería con deck de madera y salón auditorio.

Recorrer el predio montando a caballo es una de las actividades preferidas de los visitantes, principalmente para quienes lo hacen por primera vez. “Hay familias que vienen siempre y también han empezado a visitarnos las nuevas generaciones”, contó Engler.

Chascomús, General Belgrano y San Pedro tres opciones bonaerenses para escaparse, desconectar el celular y convivir de manera amigable con la naturaleza.