Iguazú quiere decir “Agua Grande” en lengua indígena y, más que grande, enorme es la admiración que provocan las cataratas en quienes las visitan o, incluso, las conocen sólo por las fotos o videos.
Esta majestuosidad es la razón por la cual fue elegida, en 2011, como una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo, con los votos de millones de argentinos y extranjeros.
Sus 275 saltos son, también, un emblema de hermandad entre Argentina y Brasil porque, como río, nace cerca de la ciudad de Curitiba y, durante la mayor parte de su curso, fluye a través de Brasil. Luego, cuando se convierte en el frente de caída de agua más espectacular del planeta, la mayoría de sus caídas están en el lado argentino. Más al sur, tras su confluencia con el río San Antonio, el Iguazú forma el límite entre Argentina y Brasil. Se trata de una maravilla que se diluye lentamente.
También es un lugar de leyenda. Una de ellas dice que su origen se encuentra en una tragedia amorosa: una deidad planeaba casarse con una hermosa mujer llamada Naipí, pero ésta prefirió huir con su amante mortal, Tarobá, en una canoa. Al enterarse, en un ataque de ira, la deidad cortó el río, creando las cascadas y condenando a los amantes a una caída eterna.
Aquí le dejamos un recuerdo: la Inauguración oficial Cataratas de Iguazú Argentina. Como una 7 Nueva Maravilla Natural del Mundo. 26 de mayo 2012.